El Fiscal Javier Giaroli dio declaraciones a la prensa sobre el caso donde se investiga el hallazgo de 34 cóndores, un puma, cabras y ovejas sin vida. Pese a esto, el daño podría ser aún peor y además de las pruebas tomadas se volverá a inspeccionar el lugar, ya que se presume que los agrotóxicos permanecen en la zona y podrían haber contaminado también las napas freáticas y especies vegetales.
Según informó a los medios el encargado de la Unidad Fiscal de Malargüe, Javier Giaroli, la causa ya se investiga como “Daño agravado por la utilización de sustancias venenosas e infracción a la Ley Nacional 22421 de Conservación de la Fauna por caza furtiva”, aunque al momento todavía no se ha reconocido a presuntos autores del terrible hecho.
“Hay líneas de investigación firmes y pronto se podrá saber quién fue la persona que cometió estos hechos; la primer hipótesis que se maneja es que esa persona lo hizo con la intención de proteger su ganado de especies que se consideren que atentan la conservación”, indicó. En el mismo sentido, personal de Ganadería está colaborando para poder identificar a quién pertenecen los animales que se utilizaron de cebo.
Además del individuo que compró el veneno y protagonizó este lamentable hecho, podría quedar involucrado también el proveedor de ese tóxico, ya que como explicó el fiscal “debería saber de qué forma se emplearía dicha sustancia”. La pena se puede agravar o atenuar según lo indiquen las pruebas y establezca la legislación y puede ir de los $150.000 a 4 años de prisión.
Por el mismo lado, aunque aún no se encuentran disponibles los resultados del informe de toxicología, de la cual se encarga la Fundación Cullunche, Giaroli precisó que “es bastante común que se utilice el Furadan en este tipo de envenenamientos”, veneno que ya fue prohibido en otros países. “Inclusive, el año pasado ya se encontró en la zona de Payunia un cóndor agonizando culpa de este tipo de agroquímicos”, advirtió el fiscal.
Esto asimismo, podría causar daños no sólo en la fauna, sino en el suelo, la flora y hasta en los seres humanos. Las autoridades remarcaron una vez más la necesidad de generar leyes que garanticen el seguimiento (trazabilidad) de los agrotóxicos. Hoy no existen en el país normas legales que permitan determinar cómo llegan estos productos hasta los usuarios y por ese motivo se aconseja al encontrar animales muertos no tocar nada, alejarse del lugar inmediatamente y dar aviso urgente a los encargados de fauna local.
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