Así lo aseveraron en una carta dirigida a autoridades provinciales y locales los productores caprinos del departamento. Buscan que se resuelva la problemática que atraviesa el campo y denuncian que las disposiciones provinciales y nacionales los están afectando y que cada vez hay menos personas que se dedican a esta actividad y quedan desocupados. Vergara Martínez apuntó que ha viajado a Buenos Aires para “hablar con el gerente general del Senasa y con el Jefe de Gabinete del Gobierno Nacional y plantearles el asunto” y les recomendó a los crianceros organizarse en una comisión.

Desde esta mañana, pobladores de la zona rural, en conjunto a personas que adhieren a la causa, se concentraron y marcharon hacia la Plaza San Martín para exponer ante las autoridades la crisis a la que está sujeta hoy el campo malargüino. Además del reclamo y de una nota que se presentó, los crianceros solicitaron una reunión con el gabinete para plantear la problemática y buscar resolver la situación conjuntamente con la provincia.

En una parte de la carta, dirigida al gobernador y el intendente, expresa: “Somos un grupo de productores caprinos muy preocupados por la situación que está atravesando el criancero de Malargüe, necesitamos buscar soluciones de manera urgente (…) el daño del puma y el zorro es incontrolable, las pérdidas por las inclemencias climáticas es otro factor y nunca recibimos una ayuda del estado para apaliar esto y sabemos que, por ejemplo, esto no ocurre con los agricultores de viñedos cuando los afecta la piedra ya que reciben mucha ayuda; (…) los que se sientan detrás de un escritorio hacen las leyes pensando que todos los campos son como en La Pampa, Buenos Aires y Córdoba”.

Asimismo, la nota continúa denunciando que las normativas vigentes no se ajustan a la realidad del productor malargüino. “No saben la inmensidad de distancias y caminos que debemos transitar para cumplir los requisitos de esas leyes, a los productores nos afecta en la economía y el tiempo venir a la ciudad para sacar una guía de traslado de un animal; nos vemos obligados muchas veces cargarlos en nuestro vehículo sin la habilitación y si no tenemos todo en regla la policía rural lleva el animal y es imposible por los costos recuperarlo”, advirtieron los afectados.

En una de las partes finales señalan que “así como los problemas hay políticas que hacen que el campo malargüino se esté terminando como parte de la cultura, año a año más puesteros se cansan y vienen a la ciudad y cada productor pasa a ser un desocupado más; hay que buscar la solución sino en pocos años la Fiesta del Chivo será la Fiesta del puma o zorro ”.

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